Cuentan los viejos sabios
Que en el momento de nacer el hombre ya sabe todo
Que puede reconocer este mundo de una punta a la otra
Que sabe lo que ocurrió desde el primer día hasta el último y
Que ya ha recorrido todo el ciclo
Pero de nada le vale todo esto
Porque en el preciso instante de nacer
Un ángel lo besa en la boca y de inmediato olvida todo
Desde ese momento el hombre tendrá que empezar a vivir para aprender a recordar