Ella conocía el arma que un día pensaba usar.
Ella escondía algo que jamás logró olvidar.
Hubo un cuerpo y un pasado, una leyenda de amor.
Hubo hermosos sentimientos que su hambre limitaban.
Su cuerpo estaba mojado y sus ansias pedían más.
El dolor la consumía y su amor la lastimaba
el calor de estar tan cerca de él la limitaban
pero una tarea así no puede ser dejada.
Mas allá de las palabras, jamás puedo explicar
en el pueblo condenaron su cambio de lugar.
Ya su hermoso cuerpo, no era el mismo jamás
su esperanza desnuda y con todo quiso acabar
y la suerte se esconde en esta vida innoble
y un blanco vestido en negro la indujo a ser reformada.
Otros blancos casi azules de su sed poco dejaban
y esa hermosa mujer en el pueblo deseada
sólo dejó el recuerdo entre las sábanas.