Hace más de un año Pelo hacia una nota sobre Color Humano titulada “Blues Degenerados”, en Ja que se resaltaba la idea del grupo de no atarse a formas preconcebidas y elaborar su propia música. En este segundo álbum, el trío consiguió eso a excepción de un tema, “Un blues para Adelina’”, donde se encierra, no sin eficacia, en un trabajo convencional. Los cinco temas restantes son productos realmente ingeniosos y artesanales. Dos de ellos, sin embargo (Va a salir un lugar” y “La tierra del gitano”’), alcanzan un vuelo trascendente y no dejan dudas sobre la creatividad del grupo. “Pascual tal cual” intenta ser una aproximación a la música de ritmo que no había sido, hasta ahora, su caracterís“tica. El sonido de las bandas es realmente excepcional y se escucha fielmente a cada instrumento y quien le dedique atención podrá captar, además, . los sutiles pequeños arreglos y detales que conforman el interés de Color Humano por enriquecer cada una de sus entregas. Edelmiro crece como guitarrista y sus dos compañeros están a la altura. Con todo, el líder del grupo insiste en cantar: una función que hace con entusiasmo, afinación y un particular estilo (producto de su propia limitación) pero que, en alguna medida, no realza la excelente música compuesta.
Tapa: Linda, clara y sin rebuscamientos a través de una pintura de aceptable nivel. Detalle: la inclusión en la contratapa de un mensaje publicitando la aparición de un segundo álbum dentro de sesenta días, a pesar de su intención altruista”, desmerece la obra musical. En realidad existen potros canales para hacer saber esos detalles de comercialización.
Sintesis: Color Humano continúa en un camino ascendente que, de contiruar así, lo llevará probablemente a convertirse en uno de los líderes de la música con actitud progresiva en la Argentina.