El artista presenta su nuevo single “Heladera” y lanza su videoclip grabado durante el aislamiento preventivo y obligatorio, ya disponible en todas las plataformas digitales.
El Moro de Venecia es un artista que nace en cuarentena pero que se viene gestando hace meses. Hace su aparición a los ojos del qué dirán con “Heladera”, su primer single que pertenece al disco “Cocina-Comedor” que se encuentra en proceso de grabación, producido a la par junto a Álvaro Vara y que empezará a mostrarse de a poco.
El Moro mezcla y muestra sus dotes actorales combinando la música y su mundo interior. A raíz de la cuarentena, decidió tomar acción y grabar su primer videoclip dirigido íntegramente a través de Skype. El videoclip refleja la quietud de este personaje al que se le rompió la heladera, así muestra un paralelismo con esta cuarentena, hay algo roto afuera y hay que mirar hacia dentro para entenderlo y arreglarlo. Si bien parece que no pasa nada, en el interior se mueven emociones, memorias y sensaciones. ¿Y ahora qué hago?, es la pregunta.
El Moro de Venecia habla de una heladera como portal para llevarnos a nuestro mundo interior, mundo que es necesario conocer para cambiar el reflejo de lo que está del otro lado. ‘No me olvido si te pienso, ya me enamoró el sabor’, veremos al Moro cantar en los distintos escenarios de su casa.
Detrás de El Moro de Venecia se encuentra Javi Morado, un actor, compositor y cantante nacido en Munro, Provincia de Buenos Aires. Actualmente estudia teatro, también estudió dirección de TV y Radio y dirección de Cine, carreras que no concluyó, pero que lo acompañan en su creación desde lo audiovisual hasta en la composición de sus letras.
Recientemente lanzaste el videoclip de “Heladera”, filmado durante la cuarentena y hecho íntegramente vía Skype. ¿Cómo fue esta experiencia atípica? ¿Con quiénes trabajaste? ¿Y cómo surgió la idea del clip?
Fue una experiencia atípica, pero realmente muy hermosa. Fueron dos días de rodaje super intensos, de despertarme muy temprano y acostarme tarde, pensando en el próximo día de grabación. Trabajé a través de Skype con todo mi equipo, Crater Producciones, que es un alter ego del equipo Foco Producciones. Ellos se dedican más a hacer cine, cortometrajes y series. El director forma parte de este equipo y, al juntarse conmigo a crear el video con su crew, yo sumé gente que conocía de haber estudiado cine, y de esta fusión nace Crater. Ellos estaban conectados conmigo a través de una notebook que llevaba para todos lados, y yo iba armando la puesta en cada locación e iban decidiendo las luces, el encuadre, el arte y demás. Les iba mandando fotos de cómo se veía y cuando me daban el ok, tirábamos toma. También me tenía que ocupar de ir cambiándome el vestuario y de maquillarme. Por fortuna, me dio una gran mano Guada, mi compa con la que vivo. Fue muy gracioso, porque mientras iba pasando el día de rodaje, los chicos y chicas del otro lado de la videollamada iban desayunando, almorzando, merendando y me lo iban contando. La idea del clip original era otra; teníamos una casa y alquilado un estudio para grabar en abril. Justo empezó la cuarentena y quedó en pausa. Al principio, pensábamos que iba a ser por un tiempo corto el encierro, pero yo cuando vi que seguía, un día me levanté con una energía muy particular. El que sabe de astrología diría algo muy ariano (risas), de ir hacia adelante pese a lo que esté obstaculizando. Y me dije ‘tengo que hacerlo ahora, qué voy a esperar? Si es lo que quiero y me gusta hacer’. Le hablé al director, le copó la idea y nos dimos dos semanas para pre-producir lo que ahora está colgado en YouTube. Cuando terminó el rodaje y vi el material después de tantas emociones y sensaciones, me dije ‘lo hicimos, podemos hacer lo que queramos’.
Heladera fue el single elegido como carta de presentación en tu nuevo proyecto musical y a través de tus redes sociales ya empezaste a adelantar que habrá una nueva canción pronto. ¿Qué podés adelantarnos?
Sí, pronto se viene una nueva canción, el track está listo. Estamos ahora mismo trabajando en la pre-producción del video, que como nos gusta decirle a nosotros, lleva un concepto-rector, que fijó “Heladera”. Estamos viendo como grabarla, porque queremos hacer un rodaje presencial, pero dependemos de las normas de la cuarentena. Igualmente, si ésto sigue así, nos adaptaremos como ya sabemos hacerlo. En cuanto a la canción, tiene mucho matiz y muestra un costado más oscuro, es más fraseada o rapeada, y también tiene melodías muy amigables. Estamos poniendo la energía en esta nueva creación porque queremos seguir contando desde lo cinematográfico, como si en cada canción la gente fuese a ver una peli al cine. Bueno, pero ahora desde su casa.
¿Cómo viene el proceso de grabación de “Cocina Comedor” en el que estás trabajando junto a Álvaro Vara? ¿Cuándo consideran que el álbum podrá ver la luz?
Con Álvaro empezamos a trabajar desde principios del año pasado con “Heladera”, y cuando encontramos el sonido de esa canción empezamos a encararnos al disco, que la verdad es que están todas las canciones dibujadas, casi armadas. El aislamiento un poco nos limita a ser más efectivos en algunas cosas, pero decidimos que queremos cerrar el álbum en el estudio, sobre todo por la esencia que se genera ahí del hecho de compartir. Quiero terminar de grabar las voces y todo lo que falta allá. Así que vamos a ir viendo qué sucede, no vamos a dejar de crear igualmente, nos la rebuscaremos. Esperemos que de cara a fin de año salga todo.
Si bien siempre estuviste muy ligado a las carreras orientadas a la comunicación, hoy te encontrás dividido entre dos facetas: la actoral y la musical. ¿Cómo lográs combinar ambas pasiones y mantener un equilibrio entre ellas?
Este fue un gran cuestionamiento en mi antes de lanzarme con este proyecto. Me lo preguntaba muchísimo, yo venía actuando en distintos lados, pero la música siempre la tenía guardada en casa. Cuando dejé de separar a la actuación y a la música, lo entendí. Me di cuenta de que es una unidad, que son una sola. Me di cuenta de que la actuación tiene música, los tempos, el sonido de la palabra, el simple caminar de un personaje. Y la música, lo mismo: estás interpretando desde la creación de las melodías. Cuando le ponés la voz, cuando te subís al escenario, cuando grabás el videoclip… Son uno solo. Por eso, me propuse hablar desde un personaje. Hoy elijo ser El Moro de Venecia, pero quizá en unos años soy otro, con otro nombre y de eso trata: saber armar y desarmar. Puedo ser todos los personajes que yo quiera ser. Esto para mí no es un proyecto musical, es un proyecto de arte en toda sus facetas. Ya no lo divido más. Lo de que ‘el que mucho abarca, poco aprieta’ es mentira, para mí (risas).
Un poco por decisión y un poco por destino, seguramente, te tocó emprender tu carrera en un contexto super particular con la pandemia. En tu caso, ¿el aislamiento te beneficio de manera creativa?
Sí, sin duda este aislamiento fue, es y seguirá siendo una montaña rusa de todo. Por momentos me conectaba con el arte, por momentos no. Se habló mucho de la productividad en todos lados, de hacer algo productivo, de ser productivo y lo siento como una autoexigencia. Si no tengo ganas de hacer nada, no hago nada… y está bien. Somos impermanentes. Hoy tengo ganas, mañana no y así está perfecto. Nos vamos dando lo que necesitamos y nos autoregulamos, pero sin ser hostigador con uno mismo. Yo creo que tenemos que darnos mucho cariño y entendernos. La creatividad no se busca, el golpe de energía viene solo, o hay algo afuera que te estimula y aparece de repente un nuevo estadío.
¿Qué planes o proyectos tenés en mente para cuando finalice el confinamiento?
Mi idea es volver al estudio a seguir grabando, seguir rodando los videoclips de las canciones, juntarme físicamente a crear es algo que extraño mucho. Por otro lado, en paralelo estoy escribiendo una miniserie con un amigo, que vamos a protagonizar ambos y queremos salir a rodarla ni bien se pueda. O, por lo menos, pensándola para el año que viene. Y sobre todo, juntarme con el equipo y con amigues a celebrar “Heladera”, que lo tenemos pendiente.