Dos condiciones se unen: YouTube es gratis y quiere dejar de serlo. La música también busca la manera de ganar dinero. El problema: cómo convencer a los usuarios de que es bueno pagar por lo que fue libre en los últimos años.
El lanzamiento del servicio de suscripción YouTube Music Key es un audaz intento de obtener beneficios económicos de la audiencia masiva que se ha acostumbrado a acceder gratuitamente música a demanda. Podría resultar un experimento importante tanto para la plataforma de Google como para la industria en general, ya que ambos están investigando cómo generar dinero en esta era de medios libres.
En otras palabras: puede la música arreglar YouTube y puede YouTube arregar a la música?
Arreglando YouTube
YouTube depende de los avisos comerciales.
Con ese modelo han facturado miles de millones de dólares, pero evidentemente no los suficientes para su ambición. En su esfuerzo para impulsar la monetización de la plataforma comenzaron a explorar en el modelo de suscripción, del cual tan pocas certezas hay en la web moderna. Y Google apuesta a que la amigabilidad de la música sea un buen punto de partida. Y según cifras oficiales, durante 2013 han emitido 4.500 millones de horas de música…
David Bakula, un consultor de Nielsen, fue claro en el presagio: “los usuarios ya conocen qué pueden encontrar allí, la propuesta de valor es más que interesante. No deberían tener problemas para conseguir el objetivo”.
YouTube Music Key se fusionará con el ya existente servicio de música All Access. Y si YouTube consigue imponerse en este mercado de la música, posiblemente el siguiente paso sea ofrecer películas. Vale recordar que la industria cinematográfica de Hollywood ha atacado varias veces a YouTube por permitir contenidos pirateados.
Arreglando la música
La industria de la música está en medio de una lucha: la sensación generalizada que la música, en la era digital, debe ser gratuita. Y no hay dudas de que YouTube ha sido protagonista en esa filosofía. Las ventas de las grandes compañías siguen cayendo, sobretodo comparándolas con la gloriosa década de los 90’s, donde el CD era el rey. Hoy por hoy, escuchar música gratis es fácil. Más fácil que pagar por ella: basta con googlear a cualquier artista y en la primera página de resultados ya tendremos acceso gratuito a alguna de sus obras.
YouTube le paga a los artistas un porcentaje de los anuncios que se muestran durante sus videos, pero los montos son muy bajos. Esta nueva propuesta no cambiará completamente la ecuación, pero implicará una mejora. Un ejecutivo del área confirmó que las regalías serán similares a las de Spotify.
Arreglando a los usuarios
La cuestión se reduce a convencer a los consumidores de que el contenido debe ser pagado. Nada menos.
Las compañías discográficas y músicos mainstream están presionando a los servicios de streaming por lo bajo que resultan los royalties. Uno de los casos emblemáticos es el de Taylor Swift, la cantante de música country que retiró su obra de Spotify como protesta por el servicio gratuito que ofrece.
Algunos de los mayores éxitos de YouTube son videos musicales (vale recordar “Gangnam Style”). Al ofrecer un nivel de pago, YouTube puede obtener beneficios económicos sin apartarse de su negocio central. Si te interesa ver videos sin anuncios, uno atrás de otro como si fuera una rockola e incluso seguir navegando en otra pestaña del navegador, posiblemente esta opción de YouTube sea para vos.
Por supuesto que nadie está seguro de que esta propuesta sea lo suficientemente atractiva como para que la gente se suscriba. La experimentación es parte del proceso.
Los defensores del modelo freemium (como el de Spotify) sostienen que esta estrategia de “atraer visitantes y luego convertirlos en suscriptores” es la mejor manera de aumentar los ingresos de la industria.
“Estamos tratando de construir una nueva economía que funcione para los artistas en una manera en que la industria de la música nunca lo había logrado anteriormente”, escribió Daniel Ek, el CEO de Spotify. “Y está funcionando: Spotify es el gran impulsor del crecimiento en los ingresos de la industria”.
Spotify reveló que tiene 50 millones de usuarios activos, 12,5 millones de los cuales se han convertido en los suscriptores. Una tasa de conversión de 25% es probablemente un poco alta para YouTube, considerando que es en primera instancia una plataforma de video. Pero con la escala gigantesca que tiene, incluso una pequeña conversión terminaría reportando ingresos gigantes.
Pero, ¿será suficiente? Los artistas ya se sienten frustrados con la cantidad de música gratuita que hay en el modelo freemium. YouTube seguirá siendo el centro más grande de música libre. Music Key tiene el potencial de ser el gran paso hacia el matrimonio entre YouTube y la industria de la música, pero aún está por verse si se puede amigarse con el gran problema de ambos: los consumidores.
Basado en la nota Following a new beat, de Jason Abbruzzese y Andy Fixmer, para Mashable.com