“El tour de las desventuras” es el resultado de canciones nacidas en cuarentena, mezcladas y masterizadas por el productor Ariel Pochettino en su estudio.
Hernan es un músico, letrista, compositor y productor del oeste de Buenos Aires, tuvo sus inicios cuando ingresó al Conservatorio Ginastera en Morón a los 8 años, donde estudió guitarra. Tras una adolescencia un tanto alejada de la música, a los 18 años volvió a interesarse y meterse de lleno en el ambiente de la composición con sus propias canciones acústicas. En el 2017 formó parte de la orquesta La Incógnita Jazz Band, dirigida por Luis Sirimarco, que le permitió dar sus primeros pasos en la escena y gracias a la cual amplió su espectro en la diversidad musical.
“El concepto del disco fue buscar un ambiente cálido y fresco, que te permite bailar pero también disfrutar de un momento de calor con amigos. Es un hibrido entre lo pop, lo indie, la new wave y de a ratos con aires de funk y soul, con teclados de los ’80…”, afirma Hernán Menafra.
“El Tour de las desventuras” es tu carta de presentación, tu álbum debut creado íntegramente en cuarentena. ¿Cómo fue el proceso de composición y grabación?
Entre la facultad y el trabajo siempre me quejaba del poco tiempo que me quedaba para dedicarme a la música, pero venía con la idea de sacar algo personal hace rato. Aprovechando que me había armado un pequeño Home Studio, y teniendo la oportunidad de dedicarle más horas, me sentaba dos o tres días a la semana a probar sonidos, como la guitarra o los sintetizadores, y de ahí fueron saliendo ideas que retoqué con el pasar de los meses. Creo que eso fue lo que me hizo no perder la cordura entre tanto encierro, aunque claramente en el camino esos temas pasaron por muchos cuestionamientos personales. La música la hice prácticamente en casa. Estuve esperando hasta agosto para ir al estudio, arrancar a detallar y ordenar todo, también para grabar las voces y toda la producción que faltaba. Fue un proceso intenso y lleno de altibajos, pero fue mi primera experiencia de la cual me quedan cosas hermosas.
Si bien desde muy pequeño te interesaste por la música, hubo un lapso de tiempo en el que te alejaste de ella… y curiosamente fue en la adolescencia que para muchos es un momento de descubrimiento musical. ¿Qué paso durante ese intervalo y cómo fue tu regreso a la música a la edad de 18 años?
Muchas veces, y me sigue pasando, me sentí insuficiente con la música… como que no generaba nada de lo que esperaba, o no avanzaba. Sentía que todos eran mejor que yo… entonces pensaba ¿para qué?. Esa inseguridad me hizo boicot muchas veces haciéndome creer que no servía para esto, que solo era un pasatiempo. Eso, sumado a que era mi época de egresado, Bariloche y demás me hizo dejar de prestarle atención. En 2017, entré a una orquesta de jazz que me hizo cambiar totalmente la forma en que veía, escuchaba, tocaba… y eso fue un impulso enorme. Sentir que podía tener un solo entre tanta gente y darme cuenta que estaba aprendiendo cosas nuevas fue increíble. Por suerte, mi amor por la música nunca cambió, y nos volvimos a encontrar. Quizá mi cabeza no había avanzado demasiado, pero si mis objetivos y determinación de hacer lo que me hace tan bien y devolverle un poco a la música de todo lo que me salvó. Fue un impulso enorme grabar todos los instrumentos, escribir las letras, etc. Y que todo nazca de mí me hizo sentir suficiente y me dio ese shot de seguridad que necesitaba.
Ahora que lanzaste tu primer disco ¿qué planes o proyectos tenés en mente para este 2021?
¡Quiero un año lleno de música! Ya tengo varias maquetas e ideas esperando en la compu, y me encantaría sacar un single para mí cumpleaños, así como un regalito personal (risas). Estoy investigando sonidos nuevos, más oscuros, más sesenteros/setenteros, pero quiero mantener la frescura y la impronta personal en la música. También, tengo la esperanza de tener algunos invitados en el próximo disco en diferentes instrumentos como vientos y demás. Por ahora me voy a dedicar a darle espacio a “El tour de las desventuras” y empezar a moverme para presentarlo en diferentes partes de Buenos Aires y, ojalá, de Argentina. Un sueño es ver a la gente vibrar con mi música.