En las dos canciones que conforman “Casi. Volumen 1”, el cantautor y pianista cuenta historias que transcurren en el Conurbano Bonaerense donde el personaje principal es un perdedor convertido en héroe anónimo.
¿Cuál es el hilo conductor entre estas dos canciones que componen el primer volumen de Casi?
Pablo Fernández Fuks: En principio pasa por la propuesta sonora. Mi teclado tiene un muy buen sonido de órgano hammond y de piano eléctrico y las canciones tienen ese sello tímbrico, además de poseer guiños en el tipo de arreglos a las músicas que me gustan: Charly, Fito, Spinetta, Beatles. Sin embargo, el hilo conductor más importante es la búsqueda lírica en torno a la identidad cultural del Conurbano Bonaerense. Quizás eso sea más obvio en “160” y la letra de “Friendzone” tenga un carácter más universal. Porque una historia de amor puede ocurrir en cualquier lado, pero considero que las palabras de ambas canciones no se me pudieron haber ocurrido en otro lugar que no sea el Conurbano Sur, donde vivo. Son historias que se me ocurrieron arriba del tren o del bondi, o caminando por la peatonal haciendo las compras, y entonces están impregnadas de ese aire.
¿Por qué elegiste al “perdedor” como protagonista?
Fuks: Me gusta reivindicar un poco al looser, porque es con quien más me identifico. Es como cuando estás viendo a un equipo chico jugar contra el Real Madrid y querés que le gane. Aparte, los ganadores, si es que existe tal cosa, no necesitan mucho que yo les haga una canción o yo no sería capaz de encontrar algo interesante para decir sobre ellos. Por otra parte, me parece que en las historias simples y cotidianas hay aventuras ocultas en las cuales el perdedor se puede transformar en un héroe, incluso sin saberlo.
¿Esta idea del “looser” como eje seguirá estando en los próximos volúmenes o tomarán otro rumbo?
Fuks: En uno de los próximos volúmenes, hay una canción llamada “Barrenderas” que habla sobre unas mujeres que vivían enfrente de mi casa y todos los mediodías barrían las hojas de la vereda. Las hojas obviamente volvían a caer al día siguiente y ellas repetían la operación, así todos los días. Yo sentí que ahí había en un punto una tragedia, pero también algo esperanzador relacionado con seguir librando una batalla a pesar de saber que está perdida de antemano. Esas cosas me flashean porque pienso que son un poco lindas y un poco tristes y nadie más les prestó atención. Entonces sí, no sé si en todas las canciones que siguen va a haber estrictamente un looser hecho y derecho, pero su presencia va a estar rondando siempre.
¿Por qué decidiste dividir esta obra en tres partes distintas?
Fuks: En principio considero que hoy en día, más allá de que hay personas que aún lo hacen, y entre las cuales me incluyo; el grueso de la gente no escucha discos enteros, aunque sean cortitos. Yo me encontraba con seis canciones, sabiendo que las número 4, 5, 6 ya no las iba a escuchar nadie. Entonces pensé en administrar el disco en dosis homeopáticas, en formato de volúmenes o fascículos. Agrupé los temas de a dos de la manera que me pareció que combinaban mejor y así empecé a sacarlos.
¿Cuándo estarán disponibles los otros dos volúmenes?
Fuks: Idealmente, y si la pandemia lo permite, el Volumen 2 saldrá en abril y el 3, en agosto. Este primer volumen, aparte de plataformas digitales, salió en su plataforma etílica, que son unas cervecitas con un código QR desde el cual te podés bajar las canciones en audio de alta calidad. La idea es sacar dos birras distintas más con cada uno de los volúmenes restantes, como para cumplir un poco con ese fetichismo del objeto en ausencia del disco físico.
Este año también lanzaste otro EP de tres canciones, ¿sentiste que fue un año productivo pese a no poder tocar en vivo por la pandemia?
Fuks: Sí, fue un año recontra productivo. Ese EP lo grabé en 2017 y lo tenía en las sombras, y este año decidí subirlo oficialmente a las plataformas digitales. Fue el puntapié inicial de retomar o comenzar a impulsar mi carrera solista. Además de eso, durante el año me permití subir informalmente un montón de composiciones breves de un minuto, en “formato Instagram”. Hice una movida que se llamó “Canción Express”, donde la gente me sugería palabras y yo en 24 horas publicaba una canción de un minuto que las incluyera. Me divertí muchísimo y me sirvió además para impulsar el hacer sin juzgar tanto. Es decir, no me preocupaba tanto por la perfección de la grabación ni del sonido porque estaba amparado por lo efímero que es un minuto de música en una red social. Me quedé tan copado con eso que estoy casi seguro de que mi próximo disco va a ser todo con canciones de un minuto. Me gusta el desafío de auto imponerme límites e intentar crear algo interesante adentro de esa valijita: escribir en décimas, hacer una zamba respetando la estructura formal o, en este caso, con el tiempo como límite.