El octeto nacido en la ciudad de Rosario suena como esas bandas de jazz aceitadas y prolijas que protagonizan alguna serie situada en New York o París. Claro está que, en una producción, como podría “The Eddy” en Netflix, esa compaginación y perfección sonora grupal está retocada, editada
Aquí, en la trilogía que cierra las sesiones en el patio de Casa Brava, Latelonius demuestra en crudo, sin tomas ni repeticiones, con el vértigo del vivo, el virtuosismo del conjunto que puede pasar con tanta simplicidad de una melodía relajante a un clima festivo y groovero, manteniendo siempre viva la llama de uno de los estilos musicales más preciados y bellos de la faz de la Tierra: el jazz.
“Las tres canciones son piezas que ya venimos tocando hace algún tiempo. Ya todas tienen su curtida, sus toques en vivo. Son canciones maduras. Fueron elegidas entre un puñado de varias que estaban en la misma situación. Simplemente ganaron estas tres por ser las que más nos llenaron el pecho a la hora de tocarlas”, señala Nicolás Mazzurco, baterista del octeto rosarino.
¿Cómo nació la idea de registrar y lanzar estas tres canciones en una sesión en vivo?
Esta sería ya nuestra segunda sesión en vivo; hicimos una primera en 2016, también con tres temas. Es un formato que nos queda cómodo y nos resulta bastante orgánico y auténtico, ya que somos nosotros tocando en vivo. Es algo también interesante de ver ya que solemos consumir este tipo de videos; ver a las bandas en vivo defendiendo su música.
¿Fue una manera de hacerle frente a no poder hacer shows en pandemia?
Sin dudas que es una de las maneras de hacer frente a esta pandemia que no nos permite tocar en vivo, que es de lo que más disfrutamos hacer. Es una forma de llevar nuestro vivo a las casas de las personas.
En tiempos donde el rock ha perdido el terreno del mainstream y la juventud se refugia en otros géneros totalmente distintos, ¿qué los inspira a ustedes a mantener viva la llama del jazz?
Encontramos en el jazz y en sus vertientes la posibilidad del discurso y la improvisación, la chance de la “charla” entre nosotros dentro de una canción. Entendemos que es algo que no está muy en la línea de lo mainstream o de lo que mueve juventudes, pero es lo que a nosotros en verdad nos llena y nos gusta escuchar cotidianamente.
¿Tomando qué trago o bebida recomendarían escuchar estas tres canciones?
Un buen vino, un buen whisky, o una cerveza bien lupulosa pueden maridar muy bien para ver y escuchar esta sesión. Si el plan es libre de alcohol, recomiendo un té de boldo y manzanilla con una cucharada de miel.
¿Qué nos pueden adelantar del nuevo disco que están produciendo?
Estamos en etapas preliminares, de creación y selección de material, de proyección y visualización de qué queremos como disco. Proceso nada fácil en momentos como este, pero en camino estamos.