El conjunto reggae da su primer paso discográfico con “El juicio”: cinco canciones con un claro y contundente mensaje de compromiso y contenido político y social.
“Desde el comienzo de este proyecto tuvimos la visión de un disco. Porque esa es la mejor manera de expresarse como artistas –afirma su cantante y guitarrista, Sebastián ‘Pájaro’ Misuraca (voz y guitarra)-. Probamos el estudio con dos singles y como nos gustó por dónde iba, nos decidimos por producir este álbum. Los discos son una de las cosas más importantes en la vida de un músico y, en efecto, lo marca positivamente. Disfrutamos mucho de producirlo, grabarlo, mezclarlo y masterizarlo. Proceso que nos llevó aproximadamente un año”.
¿Cuál es el hilo conductor que une las cinco canciones de “El juicio”?
Básicamente se trata de eso, un juicio. Al sistema, a uno mismo. “Hola” habla de cómo la policía abusa constantemente de su poder, y cómo los poderes legislativo y judicial hacen oídos sordos a nuestro recurrente pedido de justicia social. Y cuando digo “nuestro” me refiero a nosotros, a ustedes, a ellos, en fin, a nosotros. Nos pareció arrancar así, como para presentarse fuerte y claro. Sin dar mucho lugar a la libre interpretación. “Simbad” enjuicia en carácter poético a la depresión, la ansiedad y el dolor que uno siente ante diferentes situaciones. No todo es mirar hacia afuera, así que seguimos con este para llamarnos a la introspección. De esta manera nos pareció lógico seguir con “Los enemigos”, que dispara contra las cuatro problemáticas descriptas por Carlos Castaneda en “Las Enseñanzas de Don Juan”: el miedo, la claridad, el poder y la vejez. Y cómo fortalecer estos aspectos de nuestras vidas para llegar a tener más aliados que enemigos. Mirando una vez más lo que pasa alrededor, el disco continúa con “Se va a caer”. Una canción que habla de represión, de asesinatos clandestinos a lo largo de nuestra historia y del desinterés en la naturaleza. Siendo esta última cosificada y vendida a magnates que, no solo les faltan el respeto a los pueblos originarios, sino que arruinan tierras fértiles para beneficiar sus oscuros negocios. Y por último “Kingdom”, una suerte de solución. Un canto espiritual para demostrar que no todo está perdido, que aún tenemos las herramientas para salir victoriosos.
En los últimos años el Reggae dejó de tener esa masividad que alcanzó en una época, ¿cómo ven la escena hoy?
Es cierto que en los últimos años ha perdido público y oyentes, entiendo que esto se debe a que no hubo muchas propuestas claras y concretas. Muchos artistas locales se quedaron, a mi humilde parecer, en la simpleza de recrear e incluso teatralizar “recetas” que pudieron dar resultado en algún momento. Así, se dejaron de crear nuevos sonidos, nuevas propuestas e incluso nuevos mensajes. Mensajes acordes a la actualidad y lo que realmente nos atraviesa como seres humanos. De todas maneras, este país tiene grandes bandas que le han dado mucho al género y ayudaron a que quienes estamos emergiendo, formemos nuestro carácter musical. No sólo con sus obras, sino con sus propias influencias. América Latina en general tiene una lista de nombres que haría poner de pie a cualquier artista con criterio.
¿Y qué tiene de novedoso Lepadma para ofrecerle a esa escena?
Nosotros estamos en esa búsqueda. No solo en tener un sonido nuevo y característico, sino también en dejar un mensaje que nos atraviese. Y hacerlo deliberadamente, a sabiendas que podemos generar un impacto positivo en las personas que lo escuchen. No sabría decirles con exactitud si esto es algo novedoso, pero puedo sentenciar con absoluta seguridad que es genuino. Y eso me contenta más.